El comienzo ...
Desde finales de febrero de 2020, vivimos en un lugar que los lugareños llaman "Cuesta del Gato". Está situado en los Malpaíses del sureste de La Palma, y cultivar un huerto aquí es todo un reto.
Lo más fácil eran los gatos, para hacer honor al nombre. Ya me había traído un gato y una gata de nuestra casa anterior. Luego "me adoptaron" dos gatos y una gata más ... así mantenemos a raya a los ratones.
La cuesta, en cambio, sigue siendo muy empinada y "Malpaíses" significa algo como "mala tierra". Consiste en un paisaje cubierto de lava o materiales volcánicos. En nuestros alrededores son visibles antiguos conos volcánicos y coladas de lava. El suelo aún está poco desarrollado. La Montaña de Azufre es uno de nuestros vecinos. A menudo sopla el fuerte alisio del noreste y, debido a la falta de material orgánico, la tierra apenas retiene la humedad. De hecho, llueve más de lo que pensaba ...
Por lo menos hace 40 años que nadie "cultiva un huerto" en esta parcela. Antiguamente, en lugar de flores y cogollos de lechuga, se cultivaban viñedos. Una gruesa capa de piedras ayudaba a las raíces de las cepas a retener la humedad y suprimía las "malas hierbas".
Tener piedras en abundancia también tiene sus ventajas. Con mucho esfuerzo, mi marido las recogió para construir muros para proteger las vetas (= los bancales) del viento.
El jardín de la Cuesta del Gato se desarrolló y sigue desarrollándose - libre de una gran planificación y diseño. Simplemente, intentamos adaptarnos a la naturaleza y al terreno.
Tuvimos que eliminar parte de la vegetación silvestre, porque queríamos también sembrar plantas comestibles y aumentar la diversidad de especies. No tenemos monocultivos. Hierbas
aromáticas, árboles frutales, hortalizas y plantas ornamentales se entremezclan con arbustos autóctonos y flores silvestres.
Para mí son especialmente importantes las plantas autóctonas que crecieron o crecerían de forma natural en nuestra zona y han perdido su hábitat por el desarrollo urbano, ganadero
y agrícola.
Las plantas autóctonas en el jardín contribuyen a la biodiversidad. Los insectos están familiarizados con ellas y se sirven de las fuentes de néctar y polen que conocen.
Poco a poco, iré compartiendo con vosotros la evolución del jardín de la Cuesta del Gato ...
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